miércoles, 12 de junio de 2013
martes, 30 de abril de 2013
Ejemplos de Tragedia y Comedia
Ejemplo de Comedia
"La fierecilla domada", de William Shakespeare,
...de su creacion son sus tragedias, que presentan situaciones y, sobre todo, personajes de una altura tragica que los convierte en arquetipos del genero. baste citar ejemplos como los de 'otelo', 'macbeth' o 'el rey lear' para hallar caracteres unicos en la literatura universal. no obstante, sus comedias tienen tambien su encanto, pues se encuentran repletas de enredos y situaciones comicas, como, por otra parte, era costumbre en la epoca y se aprecia de modo evidente en nuestros grandes autores del siglo de oro. asi, 'la fierecilla domada' es una hilarante comedia que nos presenta a dos hermanas, catalina y blanca. la primera, la mayor, tiene un humor terrible que ahuyenta a cuantos hombres se le acercan. la segunda, por el contrario, es dulce y tiene numerosos pretendientes. ademas, su padre, bautista, es rico, lo que hace aumentar el interes de aquellos.
Fuente:
http://psicosismultiplee.blogspot.mx/2009/11/ejemplos-de-comedia.html
"La Sombra del Rey Hamlet", de William Shakespeare,
Si, durmiendo en mi jardín, entró tu tío furtivamente con una ampolla de maldita hebona y en mi oído vertió la leprosa destilación, e instantáneamente una erupción de lepra cubrió mi cuerpo sano.
Así fue como perdí a manos de mi hermano, mi vida, mi esposa, y mi corona; segado en plena flor de mis pecados, sin sacramento, ni preparación, ni bendición; sin haber reconocido mis faltas fui enviado a rendir cuentas con todas mis imperfecciones sobre mi cabeza. (Acto I, Escena XII)3
Publicado por: Christopher
"La fierecilla domada", de William Shakespeare,
...de su creacion son sus tragedias, que presentan situaciones y, sobre todo, personajes de una altura tragica que los convierte en arquetipos del genero. baste citar ejemplos como los de 'otelo', 'macbeth' o 'el rey lear' para hallar caracteres unicos en la literatura universal. no obstante, sus comedias tienen tambien su encanto, pues se encuentran repletas de enredos y situaciones comicas, como, por otra parte, era costumbre en la epoca y se aprecia de modo evidente en nuestros grandes autores del siglo de oro. asi, 'la fierecilla domada' es una hilarante comedia que nos presenta a dos hermanas, catalina y blanca. la primera, la mayor, tiene un humor terrible que ahuyenta a cuantos hombres se le acercan. la segunda, por el contrario, es dulce y tiene numerosos pretendientes. ademas, su padre, bautista, es rico, lo que hace aumentar el interes de aquellos.
Fuente:
http://psicosismultiplee.blogspot.mx/2009/11/ejemplos-de-comedia.html
Ejemplo de Tragedia
"La Sombra del Rey Hamlet", de William Shakespeare,
Si, durmiendo en mi jardín, entró tu tío furtivamente con una ampolla de maldita hebona y en mi oído vertió la leprosa destilación, e instantáneamente una erupción de lepra cubrió mi cuerpo sano.
Así fue como perdí a manos de mi hermano, mi vida, mi esposa, y mi corona; segado en plena flor de mis pecados, sin sacramento, ni preparación, ni bendición; sin haber reconocido mis faltas fui enviado a rendir cuentas con todas mis imperfecciones sobre mi cabeza. (Acto I, Escena XII)3
Fuente:
Publicado por: Christopher
Actividad de aprendizaje 7
Características de comedia y tragedia
EL Teatro
El teatro griego hunde sus raíces en las fiestas populares que se realizaban en Atenas al acabar el verano -Panateneas- y al comenzar la primavera -Dionisíacas-. El teatro griego estaba formado por una “orchestra” circular, un “escenario”, el “graderío”, los “párodos”, la “skene”, la “mechané” (se utilizaba para colgar a los personajes a la vista de todos), la “ekkyklema” (mostraba acontecimientos ocurridos fuera del teatro”, los “vomitorios”, etc.
El público acudía masivamente, llevaban sus provisiones para pasar todo el día allí, eran muy bulliciosos y existía un fondo de Garantía de Espectáculos que subvencionaba a los que no podían pagar.
Los actores eran solo hombres, también estaba el coro que oscilaba entre unos 12 y 15 integrantes que se encargaban de subrayar la acción dramática, existía un corifeo que era el portavoz. Actuaban con máscaras y calzados altos para que todo el mundo pueda oírlos y también para que un actor pueda interpretar más de un personaje.
La Tragedia
La tragedia surge a finales del siglo VI y se extiende hasta comienzos del siglo V a.C. Con la tragedia nace la parte dialogada de la obra y también el primer actor. Los actores eran siempre varones y podían representar a más de un personaje gracias al uso de máscaras y calzados altos. Las características principales de la tragedia griega son:
La comedia nace a mediados del siglo V y se extiende hasta el III a.C. Tiene sus orígenes en las procesiones de tipo satírico y burlesco que se hacían en honor a Diniso. La evolución de la comedia se puede dividir en tres pares:
Fuente:
http://html.rincondelvago.com/el-teatro_tragedia-y-comedia.html
Fuente:
https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDaP4L3okNUhPRSsjMMDenf9OrKYt70meVYbrtE9B4MyCCyh8ZMeqvutC86WjekUIlf-f4eiEqiIAYdzFfhyphenhyphenoD4-SYae1g6XiEI5fC4UKQ5JA6n5HbdW2KFryzBxQVqj-o4hMijjDQ2Ic/s320/tragicomedia.jpg
Publicado por: Christopher Guerrero Morales
EL Teatro
El teatro griego hunde sus raíces en las fiestas populares que se realizaban en Atenas al acabar el verano -Panateneas- y al comenzar la primavera -Dionisíacas-. El teatro griego estaba formado por una “orchestra” circular, un “escenario”, el “graderío”, los “párodos”, la “skene”, la “mechané” (se utilizaba para colgar a los personajes a la vista de todos), la “ekkyklema” (mostraba acontecimientos ocurridos fuera del teatro”, los “vomitorios”, etc.
El público acudía masivamente, llevaban sus provisiones para pasar todo el día allí, eran muy bulliciosos y existía un fondo de Garantía de Espectáculos que subvencionaba a los que no podían pagar.
Los actores eran solo hombres, también estaba el coro que oscilaba entre unos 12 y 15 integrantes que se encargaban de subrayar la acción dramática, existía un corifeo que era el portavoz. Actuaban con máscaras y calzados altos para que todo el mundo pueda oírlos y también para que un actor pueda interpretar más de un personaje.
La Tragedia
La tragedia surge a finales del siglo VI y se extiende hasta comienzos del siglo V a.C. Con la tragedia nace la parte dialogada de la obra y también el primer actor. Los actores eran siempre varones y podían representar a más de un personaje gracias al uso de máscaras y calzados altos. Las características principales de la tragedia griega son:
- Escenifica un problema humano (generalmente entre el individuo y la sociedad aunque los más importantes son los problemas que tiene el individuo consigo mismo).
- Temas mitológicos (escenifica siempre el problema con algún mito, excepto Esquilo en su obra “Los Persas” que es de origen histórico).
- El coro se encarga de subrayar la acción dramática.
- Prólogo
- Párodo -coro 1º intervención
- Episodio I - coro
- Estásimo I - coro
- Episodio II
- Estásimo II - coro
- Episodio III
- Estásimo III - coro
- Episodio IV
- Éxodo
- Estásimo final.
- Esquilo: con sus triología “Persas”, “Siete contra Tebas” y “Orestía”.
- Sófocles: algunas de sus obras son: “Áyax”, “Traquinias”, “Antífona”, “Electra”, “Edipo Rey”, etc. Sófocles es el creador del héroe trágico.
- Eurípides: con sus obras: “Medea”, Hipólito”, “La Guerra de Troya”, “Orestes”, “Electra”, “Helena”, “Troyanas”, “Andrómaca”, “Hécuba”, etc.
La comedia nace a mediados del siglo V y se extiende hasta el III a.C. Tiene sus orígenes en las procesiones de tipo satírico y burlesco que se hacían en honor a Diniso. La evolución de la comedia se puede dividir en tres pares:
- Comedia Antigua: predominan los temas políticos y destacan Aristófanes, Cratino y Éupolis.
- Comedia Media: predominan los temas de burlas hacia los ricos, los viejos y los adolescentes inmaduroes. Destacan Alexis y Eubolo.
- Comedia Nueva: predominan los temas cotidianos, triviales e intrascendentales. Destacan Dífilo, Filemón y Menandro.
- Prólogo
- Párodos
- Agón
- Parábasis
- Escenas típicas
- Éxodo
Fuente:
http://html.rincondelvago.com/el-teatro_tragedia-y-comedia.html
Fuente:
https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDaP4L3okNUhPRSsjMMDenf9OrKYt70meVYbrtE9B4MyCCyh8ZMeqvutC86WjekUIlf-f4eiEqiIAYdzFfhyphenhyphenoD4-SYae1g6XiEI5fC4UKQ5JA6n5HbdW2KFryzBxQVqj-o4hMijjDQ2Ic/s320/tragicomedia.jpg
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Actividad de aprendizaje 6
Algo muy grave va a suceder en este
pueblo [Cuento contado: Texto completo.] Gabriel García Márquez |
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Actividad de aprendizaje 4
La primera medicina moderna
El punto de partida de la medicina
moderna puede situarse en el siglo XVII, que corresponde a la
Revolución Científica por antonomasia, aunque conviene advertir que
la ruptura de los supuestos epistemológicos y de los métodos que
entonces se produjo no se acomoda al modelo histórico construido
desde las disciplinas físico-matemáticas. Varios aspectos de la
ciencia y la práctica médicas modernas se desarrollaron
inicialmente a partir de los nuevos fundamentos que se formularon
durante dicha centuria. En otros, por el contrario, los
planteamientos renovadores y la ruptura con los métodos
tradicionales aparecieron en el siglo XVIII. Este fue el caso, sobre
todo, de la cirugía y la higiene pública, cuya “revolución
científica” hay que situar, por consiguiente, en la Ilustración.
También hubo algunos, entre los que destaca la farmacología, en los
que dicha “revolución” no se produjo hasta la primera mitad del
siglo XIX. De acuerdo con los resultados de la reciente investigación
histórica de la medicina, se está considerando como período la
“primera medicina moderna” (early modern medicine), que
comprende los procesos de renovación desarrollados en las
habitualmente llamadas Revolución Científica (o Barroco) e
Ilustración, sin delimitaciones entre ellas artificiosas o
difícilmente justificables. Se trata de una ciencia y una práctica
médicas con características claramente distintas, tanto de las del
Renacimiento, período de compleja transición, como de la “medicina
contemporánea” de los siglos XIX y XX. Conviene recordar que, en
un famoso libro (1935), P. Hazard situó la “crise de la
conscience européenne” entre 1680 y 1715, desde una
perspectiva histórica general. En el terreno de la historiografía
médica, este punto de vista fue asumido tempranamente por P. Laín
Entralgo, quien hizo constar la “condición rigurosamente
ilustrada” de Pierre Bayle y su Dictionnaire historique et
critique (1695-97), de Claude Gibert y de otros autores de
finales del siglo XVII, así como los diferentes ritmos de las
corrientes culturales, científicas y médicas, aunque mantuvo la
periodificación habitual en su espléndido compendio y en el gran
tratado que dirigió.
La forma habitual de resumir las complejas cuestiones relativas al método científico moderno es la exposición de una serie de normas. Ello significa el grave peligro de confundirlo con una especie peculiar de moral, de código de lo que está bien o mal, de lo que debe hacerse o evitarse para estimar como correcta una actividad científica. Más complejas son las confusiones resultantes del interminable laberinto de planteamientos y debates filosóficos que ha motivado el asunto. Aunque todos son respetables en principio, resultan desorientadores e inadecuados para un primer acercamiento a un tema tan concreto como los métodos médicos.
Además, muchos se refieren casi exclusivamente a los problemas de las disciplinas físico-matemáticas, ignorando por completo los peculiares de la medicina. Peores, sin embargo, son las formalizaciones fijistas de la ciencia que pretenden tener validez intemporal, ya que olvidan que los patrones de comportamiento que integran el método científico están sometidos al cambio histórico y al pluralismo cultural, lo que permite únicamente analizar su vigencia entre los cultivadores de una disciplina o conjunto de disciplinas durante un período determinado y en sociedades concretas. Un ejemplo típico de formalización fijista es la de Karl Popper, que está construida desde limitadas perspectivas culturales e históricas y sesgada por condicionamientos ideológicos, aunque desarrollada con una agudeza que no es frecuente en el género.
El consumismo cultural y su dependencia del inglés constituyen una poderosa barrera que está impidiendo conocer las aportaciones más importantes de los estudios históricos sobre la medicina. El mundo de habla inglesa ha contribuido de forma destacada a muchos campos intelectuales y científicos, pero carece de tradición en este área. Ello explica que en él se haya mantenido la hegemonía de posturas más o menos cercanas al positivismo vulgar, que afirman la realidad y neutralidad de los hechos y la objetividad de la ciencia basada en ellos. La introducción esporádica de elementos aislados de la investigación histórica sobre la medicina en el contexto de dichas posturas ha conducido a ruidosas modas, como la falsa renovación epistemológica encabezada por Thomas S. Kuhn o la polémica ideológica en torno al constructivismo. Otro obstáculo procede de la sociología funcionalista de la ciencia, cuya máxima figura es el norteamericano Robert K. Merton. Su obra ha difundido sobre todo la sociología europea del conocimiento, aunque privada por motivos ideológicos de algunos de sus componentes básicos, formulando en consecuencia una imagen idealizada de la comunidad científica internacional.
Los métodos constituyen un aspecto destacado de los patrones de conducta o pautas colectivas de comportamiento vigentes en los grupos de cultivadores de las ciencias. La característica más general de los de la medicina moderna, que comparte con las demás áreas científicas, es admitir solamente un conocimiento limitado a los fenómenos y sus interrelaciones, siempre relativo y provisional, descartando un saber sobre la esencia de la realidad, de validez absoluta y definitiva. En ello reside la diferencia fundamental que la distingue de los sistemas médicos clásicos.
Un consenso básico, procedente como el anterior del positivismo, es considerar como “hechos” los fenómenos que pueden ser recogidos con los sentidos y que reúnen las condiciones de ser intersubjetivos y repetibles, excluyendo las vivencias personales intransferibles y los sucesos singulares. Se admite que la observación y la experimentación son las dos formas principales de recoger los hechos. La observación es de carácter pasivo, porque en ella no se controlan ni las condiciones ni el momento en que se producen los fenómenos. La experimentación es una variante de la observación en la que se pueden producir los fenómenos cuando se desee y modificar las circunstancias en las que se desarrollan.
Ello permite, no sólo una planificación activa de la recogida de los hechos, sino también series en las que se varía de modo sistemático una determinada circunstancia para comprobar su relación con el fenómeno que se está estudiando. Estas series son características de los “experimentos analíticos”, denominación que procede de Claude Bernard, gran clásico de la metodología médica positivista. Otra convención fundamental es aceptar que el punto de partida del razonamiento científico es la hipótesis provisional o a priori. Consiste en relacionar los hechos entre sí y puede hacerse de los modos más diversos: con muy pocos datos o con series de hechos muy amplias; basándose en la experiencia vulgar o en experimentos muy rigurosos y especializados; de manera intuitiva, incluso de forma inconsciente (de la que hay ejemplos ilustres en la historia de la medicina moderna), o siguiendo unas normas lógicas muy precisas. En cualquier caso, las hipótesis provisionales no se admiten sin someter a prueba su validez, contrastándolas con los hechos disponibles en cada momento. Este es el punto en el que resulta más claro el desacuerdo entre las distintas corrientes de estudiosos del método científico, que aquí no es oportuno recordar.
Suele hablarse de “explicaciones” para referirse a las hipótesis que dan razón de los hechos, contraponiéndolas a las “interpretaciones”, cuyo objetivo es comprender el sentido que los fenómenos tienen en un contexto determinado. Por lo general, las explicaciones son denominadas “leyes” cuando las relaciones entre los hechos están expresadas mediante funciones matemáticas. En medicina hay leyes con este significado estricto, algunas de gran importancia como por ejemplo la de Poiseuille en hemodinámica (el flujo del volumen de un tubo es directamente proporcional a la disminución de la presión a lo largo de toda su longitud y a la cuarta potencia de su radio, e inversamente proporcional a la longitud del tubo y a la viscosidad del líquido) o la de Ambard acerca de la eliminación de la urea [...]. Sin embargo, los saberes médicos se apoyan principalmente en “tipos” y “patrones”, que son también relaciones entre hechos, pero formuladas cualitativamente como expresión de la regularidad de la asociación o presentación conjunta de fenómenos.
La forma habitual de resumir las complejas cuestiones relativas al método científico moderno es la exposición de una serie de normas. Ello significa el grave peligro de confundirlo con una especie peculiar de moral, de código de lo que está bien o mal, de lo que debe hacerse o evitarse para estimar como correcta una actividad científica. Más complejas son las confusiones resultantes del interminable laberinto de planteamientos y debates filosóficos que ha motivado el asunto. Aunque todos son respetables en principio, resultan desorientadores e inadecuados para un primer acercamiento a un tema tan concreto como los métodos médicos.
Además, muchos se refieren casi exclusivamente a los problemas de las disciplinas físico-matemáticas, ignorando por completo los peculiares de la medicina. Peores, sin embargo, son las formalizaciones fijistas de la ciencia que pretenden tener validez intemporal, ya que olvidan que los patrones de comportamiento que integran el método científico están sometidos al cambio histórico y al pluralismo cultural, lo que permite únicamente analizar su vigencia entre los cultivadores de una disciplina o conjunto de disciplinas durante un período determinado y en sociedades concretas. Un ejemplo típico de formalización fijista es la de Karl Popper, que está construida desde limitadas perspectivas culturales e históricas y sesgada por condicionamientos ideológicos, aunque desarrollada con una agudeza que no es frecuente en el género.
El consumismo cultural y su dependencia del inglés constituyen una poderosa barrera que está impidiendo conocer las aportaciones más importantes de los estudios históricos sobre la medicina. El mundo de habla inglesa ha contribuido de forma destacada a muchos campos intelectuales y científicos, pero carece de tradición en este área. Ello explica que en él se haya mantenido la hegemonía de posturas más o menos cercanas al positivismo vulgar, que afirman la realidad y neutralidad de los hechos y la objetividad de la ciencia basada en ellos. La introducción esporádica de elementos aislados de la investigación histórica sobre la medicina en el contexto de dichas posturas ha conducido a ruidosas modas, como la falsa renovación epistemológica encabezada por Thomas S. Kuhn o la polémica ideológica en torno al constructivismo. Otro obstáculo procede de la sociología funcionalista de la ciencia, cuya máxima figura es el norteamericano Robert K. Merton. Su obra ha difundido sobre todo la sociología europea del conocimiento, aunque privada por motivos ideológicos de algunos de sus componentes básicos, formulando en consecuencia una imagen idealizada de la comunidad científica internacional.
Los métodos constituyen un aspecto destacado de los patrones de conducta o pautas colectivas de comportamiento vigentes en los grupos de cultivadores de las ciencias. La característica más general de los de la medicina moderna, que comparte con las demás áreas científicas, es admitir solamente un conocimiento limitado a los fenómenos y sus interrelaciones, siempre relativo y provisional, descartando un saber sobre la esencia de la realidad, de validez absoluta y definitiva. En ello reside la diferencia fundamental que la distingue de los sistemas médicos clásicos.
Un consenso básico, procedente como el anterior del positivismo, es considerar como “hechos” los fenómenos que pueden ser recogidos con los sentidos y que reúnen las condiciones de ser intersubjetivos y repetibles, excluyendo las vivencias personales intransferibles y los sucesos singulares. Se admite que la observación y la experimentación son las dos formas principales de recoger los hechos. La observación es de carácter pasivo, porque en ella no se controlan ni las condiciones ni el momento en que se producen los fenómenos. La experimentación es una variante de la observación en la que se pueden producir los fenómenos cuando se desee y modificar las circunstancias en las que se desarrollan.
Ello permite, no sólo una planificación activa de la recogida de los hechos, sino también series en las que se varía de modo sistemático una determinada circunstancia para comprobar su relación con el fenómeno que se está estudiando. Estas series son características de los “experimentos analíticos”, denominación que procede de Claude Bernard, gran clásico de la metodología médica positivista. Otra convención fundamental es aceptar que el punto de partida del razonamiento científico es la hipótesis provisional o a priori. Consiste en relacionar los hechos entre sí y puede hacerse de los modos más diversos: con muy pocos datos o con series de hechos muy amplias; basándose en la experiencia vulgar o en experimentos muy rigurosos y especializados; de manera intuitiva, incluso de forma inconsciente (de la que hay ejemplos ilustres en la historia de la medicina moderna), o siguiendo unas normas lógicas muy precisas. En cualquier caso, las hipótesis provisionales no se admiten sin someter a prueba su validez, contrastándolas con los hechos disponibles en cada momento. Este es el punto en el que resulta más claro el desacuerdo entre las distintas corrientes de estudiosos del método científico, que aquí no es oportuno recordar.
Suele hablarse de “explicaciones” para referirse a las hipótesis que dan razón de los hechos, contraponiéndolas a las “interpretaciones”, cuyo objetivo es comprender el sentido que los fenómenos tienen en un contexto determinado. Por lo general, las explicaciones son denominadas “leyes” cuando las relaciones entre los hechos están expresadas mediante funciones matemáticas. En medicina hay leyes con este significado estricto, algunas de gran importancia como por ejemplo la de Poiseuille en hemodinámica (el flujo del volumen de un tubo es directamente proporcional a la disminución de la presión a lo largo de toda su longitud y a la cuarta potencia de su radio, e inversamente proporcional a la longitud del tubo y a la viscosidad del líquido) o la de Ambard acerca de la eliminación de la urea [...]. Sin embargo, los saberes médicos se apoyan principalmente en “tipos” y “patrones”, que son también relaciones entre hechos, pero formuladas cualitativamente como expresión de la regularidad de la asociación o presentación conjunta de fenómenos.
Fuente:
http://www.elcultural.es/version_papel/CIENCIA/5834/La_primera_medicina_maodern
Conclusiones.
Un tema científico, que mejor que la Medicina Moderna, en si esta habla de los avances que han ido surgiendo a partir de la Revolución Científica, y el desarrollo de las ciencias experimentales.
En esta actividad lo que aperendí fue el tema un poco más sobre la medicina moderna, que es de suma impotencia para el desarrollo de la vida cotidiana.
Conclusiones.
Un tema científico, que mejor que la Medicina Moderna, en si esta habla de los avances que han ido surgiendo a partir de la Revolución Científica, y el desarrollo de las ciencias experimentales.
En esta actividad lo que aperendí fue el tema un poco más sobre la medicina moderna, que es de suma impotencia para el desarrollo de la vida cotidiana.
La fuente donde encontramos dicho tema es C-EL CULTURAL.es es una página de divulgación científica.
Otra fuente de información más sobre el tema es:
http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx/sites/ciencia/volumen3/ciencia3/154/html/sec_16.html
Otra fuente de información más sobre el tema es:
La última fuente fue:
Hecho por : Arlette Cárdenas Sánchez, Patricia Ramírez Aguilera, Juan Manuel Lobato Ruiz y Christopher Guerrero Morales.
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