Diez años que desangraron a Colombia
En los años 40 Luis Eduardo Nieto Artetaescribió una apología de café: decía que había logrado lo que nunca consiguieron, en los anteriores ciclos económicos del país, las minas ni el tabaco, ni el añil ni la quina: dar nacimiento a un orden maduro y progresista. Las fábricas textiles y otras industrias habían nacido en los departamentos productores de café: Antioquina, Caldas, Valle de Cauca, Cundinamarca. Una democracia de pequeños produtores de café habían comvertido a los colombianos en "hombres moderados o sobrios".
Poco tiempo después estalló la violencia. Los elogios al café no interrumpieron, comenzó la larga historia de revueltas en Colombia. Esto trajo un periodo de euforia económica para las clases altas.
La violencia había empezado como una lucha entre liberales y conservadores, Jorge Eliécer Gaitán, el caudillo liberal llamado también "el lobo" o "el badulaque", con un prestigio popular y amenazaba el orden, fue acecinado y se desató el huracán. Comenzó la violencia y el terror.
El gobierno mandaba policías y soldados bajo la consigna "no dejar ni la semilla", los doctores del partido liberal se recluían es sus casas con modales. La guerra alcanzó con extremos de demaciada crueldad, impulsada por un afán de venganza. Siguieron nuevos estilos de muerte, "corte corbata", la lengua quedaba colgando desde el pescuezo. Arrasaban con las aldeas y los cultivos, río de rojo, y dejaban escapar a aquellas que les proporcionaban dinero a los soldados y perseguían a familias que se iban a refugiar a las montañas: en los bosques ahí parían las mujeres.
Los protagonistas de la, violencia eran Teniente Gorila, Malasombra, El Cóndor, Piel roja, El Vampiro, Ave Negra, El Terror del Llano.
Las coplas que cantaban los grupos eran:
Yo soy campesino puro,
y no empecé la pelea,
pero si me buscan ruido
la bailan con la más fea.
Y en definitiva el terror había aparecido también.
En Colombia estallaba la rabia de cualquier manera, pero no se pensaba que de ahí nacieran las guerrillas políticas, en las cuales tomaban extensiones del país. Los agricultores escaparon a las montañas ahí organizaron sus cultivos, las llamadas "repúblicas independientes" continuaron ofreciendo refugio a los perseguidos hasta que firmaran en Madrid la paz.
Es verdad gracias al café se activaron la navegación de Magdalena, y nacieron líneas de ferrocarril y carreteras y se abrieron oportunidades de nuevas industrias, los cuales se hicieron más agobiantes para los colombianos. Acabando la violencia en Colombia las Naciones Unidas dieron a conocer los resultados de la encuesta sobre la notrición en Colombia. Desde entonces Colombia ha mostrado bajas en el aspecto de alimentación protectora. Todo esto revela una tragedia social.
Las estadísticas indican que en Colombia hay un nivel mayor que en Estados Unidos en cuanto a los omicidios, hay en Colombia más de 1000000 de niños sin escuela.
La desigualdad Colombiana es un problema para los países latinoamericanos y todo esto debe cambiar para un buen desarrollo optimista.
Galeano, Eduardo (2004). "Diez años que desangraron a Colombia". Las venas abiertas de Ámerica latina. México. Siglo XXI editores.
Por: Christopher Guerrero Morales, Arlette Cárdenas Sánchez y Juan Manuel Lobato Ruiz.
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